Ovodonación, ¿tengo que decirselo a mi hijo?

En el caso de parejas homosexuales o madres y padres solteros, contar a sus hijos que han nacido gracias a un tratamiento de reproducción asistida suele ser una necesidad obvia. Sin embargo, las parejas heterosexuales tienen más facilidad para mantenerlo en secreto si así lo desean, especialmente si no han compartido sus problemas de fertilidad con su entorno.

Aunque muchos psicólogos especializados y adultos nacidos mediante donación de óvulos coinciden en que es mejor apostar por la sinceridad, la decisión de revelar o no la verdad sigue siendo totalmente personal para cada familia.

¿Qué pasa cuando tu hijo o hija crece y quiere saber más?

Muchos niños y niñas nacidos por ovodonación empiezan a hacerse preguntas cuando crecen:
«¿A quién me parezco?», «¿De dónde vienen mis genes?», «¿Tengo hermanos genéticos?».

A día de hoy, en España no existe ningún mecanismo legal que permita a esos hijos acceder a la identidad de la donante, ni siquiera cuando cumplen 18 años.
Solo pueden acceder, si así lo solicitan, a la misma información médica y no identificativa que tú recibiste.

Sabemos que para algunas personas esta limitación puede ser difícil. Por eso es tan importante que tengas toda la información para acompañar a tu hijo o hija con empatía, verdad y amor a lo largo del camino.

¿Por qué contar la verdad?

Hablar abiertamente sobre las circunstancias de su nacimiento ayuda a los niños a construir su identidad. Saber de dónde vienen es clave para entender quiénes son, sentirse más seguros de sí mismos y avanzar con más confianza en su vida. Compartir con honestidad su historia refuerza además la relación entre padres e hijos, basada en la confianza y la comunicación.

Pero no solo hay razones emocionales: conocer el origen genético también puede ser importante desde un punto de vista médico. En caso de enfermedades hereditarias o emergencias sanitarias, saber la historia genética puede marcar la diferencia. Además, aunque es poco probable, contar la verdad puede prevenir riesgos de consanguinidad en el futuro.

Cada vez más países reconocen el derecho de los niños a conocer su origen genético. En Suiza, está recogido en la Constitución. Y en países como Reino Unido, Austria, Suecia, Australia (estado de Victoria), Países Bajos y Nueva Zelanda, los niños concebidos con donación pueden acceder a la identidad del donante al alcanzar cierta edad. En España, sin embargo, la donación sigue siendo anónima por ley, tanto para los padres como para los hijos.

¿Y por qué no contar la verdad?

Algunos padres temen que la verdad pueda desestabilizar emocionalmente a sus hijos o que afecte su desarrollo social. En países donde no es posible acceder a la identidad del donante, los niños pueden sentirse frustrados por no poder conocer nunca a su madre o padre genético.

Uno de los mayores temores de los padres no es tanto la reacción del hijo, sino tener que enfrentar públicamente su infertilidad, un tema que sigue siendo tabú en muchas culturas. De hecho, los estudios muestran que la mayoría de los padres que recurren a FIV con donación no tienen intención de contárselo a sus hijos, sobre todo en casos de donación de esperma. La tendencia es ligeramente diferente en el caso de la donación de óvulos.

¿Cuándo y cómo hablar del tema?

Si decides contarle a tu hijo o hija su origen, puedes hacerlo con más o menos detalles.

Los expertos recomiendan evitar contar la verdad durante la adolescencia o en la adultez, ya que esto puede generar sentimientos de traición, frustración o desconfianza hacia los padres. En cambio, si se habla desde que el niño es pequeño, la información se integra de forma natural en su historia vital y la asimila con más facilidad.

¿Cuál es el mejor momento?

No hay una edad ideal. Todo depende de la madurez emocional del niño, del ambiente familiar y de cómo se sientan los padres con el tema. Cada familia es única, y solo tú puedes saber cuándo es el momento adecuado. Pero cuanto antes, más natural y sano será el proceso para todos.

Conclusión

Hablar de la donación de óvulos con tu hijo no es una tarea fácil, pero puede ser una de las conversaciones más importantes de su vida. Elegir la transparencia es un acto de amor, y no tienes por qué enfrentarlo solo/a. Hay libros, terapeutas especializados y recursos diseñados para ayudarte a dar ese paso con serenidad y respeto.

¿Quieres que te recomiende cuentos o materiales adaptados para niños? ¿O un profesional para acompañarte en este camino? Estamos aquí para ayudarte.

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