¿Cómo prepararse?

¿Cómo prepararte para recibir una donación de óvulos?

Si los exámenes han mostrado que tu reserva ovárica es baja, si tienes una enfermedad genética hereditaria, si has alcanzado una edad en la que los riesgos de aborto espontáneo o alteraciones cromosómicas aumentan significativamente, o si has pasado por varios intentos fallidos de FIV convencional… quizás ha llegado el momento de considerar la opción de una donación de óvulos, también conocida como FIV con donación de ovocitos (FIV-DO).

La gran diferencia con un tratamiento de fertilidad convencional es que tu futuro hijo no llevará tu carga genética. ¿Cómo aceptar con serenidad esta realidad que está fuera de tu control?

Este proceso puede generar muchas emociones y preguntas, y es completamente normal. Es importante darte el tiempo necesario para reflexionar, informarte bien y, si lo necesitas, buscar apoyo profesional o compartir tus inquietudes con personas que han pasado por una experiencia similar.

Aceptar la donación de óvulos no significa renunciar a la maternidad biológica, sino redefinirla. Ser madre va mucho más allá de la genética: es el vínculo que construyes con tu hijo, el amor y el cuidado que le brindarás a lo largo de su vida.

¿La carga genética es importante… o no?

Tal vez tu bebé no tendrá tu pelo rubio, tus ojos azules o verdes, tus piernas largas o tu nariz respingada… Es cierto, puede que no te veas reflejada en sus rasgos físicos, y quizás no escuches esos comentarios típicos en la maternidad: “¡Tiene los ojos de su madre!”.

Pero hay dos cosas importantes que debes recordar:

Primero, las clínicas de fertilidad seleccionan a las donantes teniendo en cuenta características físicas similares a las tuyas. Así que, aunque la concepción sea a través de una donación de óvulos, tu bebé bien podría compartir contigo ciertos rasgos.

Segundo, aunque el óvulo no provenga de ti, tú serás quien lleve el embarazo, quien lo geste, lo traiga al mundo y lo eduque. Además, estudios en el campo de la epigenética han demostrado que la madre gestante influye en la expresión de los genes del embrión durante la gestación. Es decir, el entorno uterino puede afectar qué genes se activan o desactivan, impactando en ciertos rasgos físicos y características del bebé.

Si tu mayor deseo es ser madre, la FIV con donación de óvulos te ofrece una oportunidad con altas probabilidades de éxito. Deja atrás la idea de que la maternidad solo depende de los genes y abre tu corazón a la increíble aventura de recibir a tu futuro hijo.

La donante: ¿una barrera o una aliada?

Sí, necesitas la ayuda de otra mujer para concebir a tu bebé. Pero en lugar de verla como una presencia ajena que invade tu vida más íntima, piensa en ella como una aliada. Tu donante está dispuesta a ofrecer una parte de sí misma para que puedas cumplir tu sueño de ser madre.

Más que una barrera, piensa en ella como una especie de hada madrina, alguien que con su generosidad te permite alcanzar el maravilloso objetivo de ser madre.

¿Será una carga para tu hijo?

Antes de iniciar el proceso de FIV con donación de óvulos, es importante que decidas si compartirás con tu hijo su historia biológica o si preferirás mantener el tema en reserva. La decisión es completamente tuya.

Si decides hablarle sobre sus orígenes, lo mejor es hacerlo desde una edad temprana, para que asimile esta información como algo natural y no la vea como un tema tabú o problemático. Por el contrario, si decides no hablar de ello, es fundamental asegurarte de que no lo descubra más adelante de una manera que pueda resultarle dolorosa.

Al final, lo más importante para un niño no es la genética, sino el amor y la seguridad que recibe de sus padres. No dejes que la donación de óvulos se convierta en un peso para ti por el temor de que lo sea para tu hijo. Lo que realmente marcará su vida será el cariño y el apoyo incondicional que le brindes cada día.

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