La implantación es el momento en el que el embrión se adhiere al endometrio (el “nido” del útero) y comienza a desarrollarse.
Suele ocurrir entre 6 y 10 días después de la fecundación, cuando el embrión ha alcanzado la fase de blastocisto.
Es un proceso extremadamente complejo, que requiere una sincronía perfecta entre la calidad del embrión y la receptividad del útero.
Aunque no existe una definición única, muchos equipos médicos consideran fallo de implantación recurrente cuando:
Se han realizado al menos 3 transferencias de embriones de buena calidad sin conseguir embarazo clínico (visualización de saco gestacional).
En tratamientos con ovodonación, basta con 2 transferencias fallidas para estudiar posibles causas.
Una sola transferencia negativa no implica un problema. Es algo muy común en los tratamientos, incluso con embriones excelentes.
La donación de óvulos aumenta significativamente las probabilidades de éxito en un tratamiento de reproducción asistida, ya que los óvulos provienen de una persona joven y sana. Sin embargo, aunque las tasas de éxito son altas, no garantizan un embarazo en todos los casos. Existen varios factores que pueden influir en el resultado del tratamiento.
Buena noticia: hoy existen muchas herramientas para estudiar a fondo el caso y personalizar el tratamiento.
Herramienta | Para qué sirve |
---|---|
PGT-A (análisis genético del embrión) | Detecta anomalías cromosómicas. Mejora la tasa de implantación y reduce abortos. |
Histeroscopia diagnóstica | Permite detectar y tratar pólipos, adherencias o alteraciones del útero. |
Test ERA / Matricel | Determina la ventana de implantación personalizada. |
Microbioma endometrial | Evalúa el equilibrio bacteriano del útero. Un microbioma alterado puede dificultar la implantación. |
Estudios inmunológicos y de coagulación | Identifican incompatibilidades inmunes, trombofilias o necesidad de tratamientos específicos. |
Elige clínicas que ofrezcan evaluación integral tras dos intentos fallidos.
Pregunta si trabajan con cultivo prolongado, test de ventana de implantación y análisis genético.
Asegúrate de que tu endometrio tenga la preparación adecuada.
Cuida tu bienestar físico y emocional: una buena alimentación, descanso y apoyo emocional marcan una gran diferencia.
Fallo de implantación ≠ fracaso.
No es un diagnóstico definitivo, sino un aviso de que es momento de ajustar la estrategia.
Existen múltiples pruebas y soluciones para aumentar las probabilidades en la siguiente transferencia.
El fracaso de un tratamiento de FIV-DO puede ser difícil de afrontar, pero conocer las posibles causas permite ajustar el enfoque para intentarlo nuevamente con mejores probabilidades de éxito. Contar con un equipo médico especializado y abordar de manera integral tanto los factores médicos como los emocionales y de estilo de vida es clave para lograr el embarazo deseado.