La FIV clásica

Comienzo de la FIV clásica

La FIV clásica es, desde un punto de vista histórico, es la primera técnica utilizada, ya que consiste en la idea de que, si la fecundación no puede ocurrir en el aparato genital femenino, puede llevarse a cabo en un laboratorio en platos de vidrio

Así, en 1975 se lograron dos primeros embarazos en humanos sin llegar a ningún nacimiento. Fue en 1978 cuando nació el primer «bebé de probeta», Louise Brown, en Inglaterra, y en 1982 en Francia con Amandine.

La elección del médico entre una FIV clásica y una FIV ICSI depende esencialmente de la calidad del esperma recogido.

De hecho, la movilidad y la estructura de los espermatozoides determinarán si el proceso de interacción gamética puede o no llevarse a cabo, es decir, el paso a través de la zona pelúcida y la fusión.

Si el número de espermatozoides es insuficiente o si la estructura espermática o la movilidad están alteradas, será necesario recurrir a una FIV ICSI.

Ventajas de la FIV Clásica

  • Menor intervención: al permitir que la fecundación ocurra de forma natural en el laboratorio, se reduce la manipulación de los gametos.

  • Selección natural: el espermatozoide que logra fecundar el óvulo lo hace por sus propias capacidades, lo que puede favorecer una selección más fisiológica.

  • Coste reducido: generalmente, la FIV clásica puede ser más económica que otras técnicas más complejas, como la ICSI.

En la Práctica

La diferencia entre una FIV clásica y una FIV ICSI radica en el modo de fecundación.

Alrededor de cada óvulo recogido se depositan aproximadamente 50.000 espermatozoides. Inmediatamente después, el plato de cultivo que contiene estos óvulos y espermatozoides se coloca en un incubador a 37°C hasta la mañana siguiente. En el plato de cultivo hay un líquido nutritivo para optimizar las posibilidades de fecundación.

La FIV clásica tiene la gran ventaja de que, al haberse «elegido mutuamente» los gametos, la selección permanece «natural».

Para que se logre el éxito, uno de los espermatozoides debe ser capaz de atravesar las envolturas naturales que rodean y protegen el interior del óvulo, que son principalmente la zona pelúcida y la membrana plasmática.

A la mañana siguiente, todos los óvulos inseminados son objeto de un examen individual y detallado para verificar si ha tenido lugar la fecundación.

No obstante, la tasa de fecundación no se conoce de antemano, y puede suceder que, a pesar de un número elevado de óvulos, ninguno de ellos haya sido fecundado. En este caso específico, la bióloga probablemente sugerirá optar por una FIV ICSI.

Consideraciones Importantes

Es fundamental realizar una evaluación exhaustiva para determinar si la FIV clásica es la opción más adecuada. En casos de infertilidad masculina severa o problemas específicos de los óvulos, otras técnicas como la ICSI pueden ser más recomendables.

Actualizaciones y Avances

Recientemente, se han desarrollado técnicas innovadoras como «Fertilo», que buscan reducir el tiempo y los efectos secundarios asociados a la estimulación ovárica . Aunque aún en etapas iniciales, estos avances prometen ofrecer alternativas más cómodas y seguras para las pacientes.

La FIV clásica representa una opción eficaz y más natural dentro del abanico de tratamientos de fertilidad. Si bien no es adecuada para todos los casos, puede ser la alternativa ideal para quienes desean una técnica con menor intervención y más respeto al proceso biológico.
En este camino, cada detalle cuenta: tus emociones, tus dudas, tus tiempos. Por eso, si estás valorando dar este paso, recuerda que no estás sola. Estamos aquí para orientarte, escucharte y ayudarte a encontrar la clínica y el tratamiento que mejor se adaptan a ti.

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