Cuando hablamos de FIV con donación de óvulos, es fácil centrar toda la atención en la receptora y en la donante. Sin embargo, si vas a aportar el esperma para crear el embrión, tu papel es esencial. No solo se trata de acudir a la clínica el día de la punción ovárica: también tú debes prepararte, tanto física como emocionalmente, para contribuir a que todo el proceso tenga las mayores probabilidades de éxito.
Aunque el óvulo provenga de una donante y tu pareja sea quien geste el embarazo, la mitad del embrión proviene de ti. Y cada vez más estudios confirman que la calidad del esperma tiene un impacto directo en la tasa de fecundación, el desarrollo embrionario, la implantación e incluso en la salud a largo plazo del bebé.
Antes de iniciar cualquier FIV-DO (FIV con Donación de Óvulos), se te pedirá una serie de análisis para asegurar que tu esperma es apto y que no hay riesgos de transmisión de enfermedades:
Serologías básicas: VIH, hepatitis B y C, sífilis… Son pruebas obligatorias para todos los tratamientos de reproducción.
Espermograma completo: Se analiza la concentración, movilidad, morfología y volumen de los espermatozoides.
Fragmentación del ADN espermático: Una prueba clave, especialmente si hay antecedentes de fallos de implantación o abortos. La fragmentación alta del ADN puede comprometer la viabilidad del embrión.
Cariotipo masculino y FISH espermático (en algunos casos): Para detectar anomalías cromosómicas si hay antecedentes de fallos previos o baja calidad espermática.
Mutación de fibrosis quística (CFTR): Importante si se sospecha de ausencia de espermatozoides en el eyaculado o si hay antecedentes familiares.
🧬 Según un estudio de la Clínica Tambre (Madrid, 2024), más del 60 % de los hombres con calidad espermática normal presentaban una fragmentación del ADN superior al 15 %, lo que puede influir en el éxito del tratamiento.
Siempre que sea posible, se recomienda usar esperma fresco el mismo día de la punción ovárica de la donante. Sin embargo, si existe riesgo de no poder acudir o si el seminograma es límite, se puede recurrir a la congelación previa.
Ventajas del esperma fresco: mayor viabilidad, menor fragmentación del ADN, mejores tasas de fecundación.
Ventajas del esperma congelado: seguridad logística, posibilidad de hacer prueba de descongelación, más tranquilidad si hay imprevistos.
Algunas clínicas españolas, como GREFI en Barcelona, ofrecen un servicio de test de descongelación antes del ciclo para anticipar la calidad del esperma post-proceso.
Tu esperma necesita unos 74 días para regenerarse completamente. Por eso, los especialistas recomiendan empezar a cuidarte mínimo 3 meses antes de la FIV.
Hábitos recomendados:
Evita el tabaco, el alcohol y el cannabis.
Duerme bien y reduce el estrés crónico.
Haz ejercicio moderado y regular.
Evita baños calientes, saunas y portátiles sobre las piernas.
Apuesta por una dieta rica en antioxidantes: frutas, verduras, frutos secos, omega-3.
Complementos orales recomendados (previa consulta médica):
Proxeed Plus, Fertilovit M Plus, Androferti o Gestagyn Hombre Fértil: formulaciones específicas con L-carnitina, zinc, selenio y ácido fólico.
Cúrcuma (curcumina): acción antiinflamatoria y protectora de la integridad del ADN espermático.
Un ensayo publicado en la Revista Española de Fertilidad (SEF, 2024) mostró una mejora significativa de la movilidad espermática tras 90 días de suplementación con L-carnitina + vitamina E.
Abstinencia sexual de entre 2 y 5 días.
No uses preservativo ni coito interrumpido. Solo masturbación.
Evita fiebre o infecciones los días previos.
Higiene estricta antes de la toma.
Consulta si debes tomar un antibiótico preventivo.
A veces los hombres se sienten «al margen» del tratamiento, sin saber muy bien qué papel jugar. Pero tu apoyo emocional, tu implicación diaria y tu bienestar psicológico tienen un peso enorme para tu pareja.
Infórmate, habla con el equipo médico, acompaña en las visitas… Estás creando un proyecto común, y eso se construye entre dos.