Después de pasar por un proceso tan importante como una fecundación in vitro, llega el momento de decidir:
¿hacemos la transferencia en fresco o esperamos y usamos un embrión congelado (TEC)?
Ambas opciones son seguras y eficaces, pero no siempre es evidente cuál se adapta mejor a tu caso.
La transferencia “en fresco” se realiza unos días después de la punción ovárica, en el mismo ciclo en el que se han estimulado los ovarios y se han fecundado los óvulos.
Ventajas:
Menos tiempo de espera entre la punción y el test de embarazo.
Procedimiento continuo, sin pausa entre estimulación y transferencia.
Limitaciones:
El endometrio puede no estar en condiciones óptimas si la estimulación fue muy intensa.
En algunos casos, el cuerpo necesita recuperarse antes de recibir un embrión.
En un ciclo TEC (transferencia de embriones congelados), los embriones se vitrifican y se transfieren en un ciclo posterior, cuando el cuerpo está más preparado.
Ventajas:
El endometrio se prepara de forma más controlada y fisiológica.
Permite descansar entre fases del tratamiento.
Posibilidad de realizar estudios genéticos (PGT-A) antes de decidir cuál transferir.
Tasas de éxito actualizadas:
Transferencia en fresco: 34,6 % de gestación por transferencia.
Transferencia de embriones vitrificados: 41,4 % de gestación por transferencia.
Además, los laboratorios con vitrificación avanzada logran una supervivencia embrionaria tras descongelación superior al 95 %.
Gracias a los avances en técnicas de criopreservación, hoy la vitrificación embrionaria es un proceso seguro, eficaz y ampliamente utilizado.
Una vez que el embrión alcanza el estadio adecuado (día 3 o blastocisto, día 5-6), se introduce en un medio crioprotector especial. Luego se sumerge de forma ultrarrápida en nitrógeno líquido a -196 °C, lo que evita la formación de cristales que podrían dañar sus estructuras celulares.
Esta técnica permite conservar su viabilidad durante años sin perder calidad.
Cuando llega el momento de la transferencia, el embrión se descongela cuidadosamente, controlando cada paso para garantizar que su temperatura y entorno químico vuelvan gradualmente a condiciones fisiológicas.
En los laboratorios especializados, la tasa de supervivencia tras descongelación supera el 95 %. Los embriones viables se evalúan y, si están en buen estado, pueden transferirse en ese mismo ciclo.
“El embrión no ‘pierde calidad’ por estar congelado. Si el proceso está bien realizado, mantiene intacto su potencial.”
El endometrio se ha desarrollado bien durante el ciclo.
No hubo hiperestimulación ni niveles hormonales elevados.
Se busca reducir tiempos o hay urgencia médica.
Ha habido riesgo de hiperestimulación ovárica.
El cuerpo necesita recuperarse antes de la implantación.
Se desea hacer un estudio genético (PGT-A).
Hay varios embriones congelados disponibles y se busca un entorno más “natural”.
Aspecto | Transferencia en fresco | Transferencia con congelados (TEC) |
---|---|---|
Tiempo de espera | Corto | Mayor (puede durar un ciclo más) |
Control hormonal/endometrial | Menor | Mayor control, más personalizado |
Riesgo de hiperestimulación | Existe si respuesta fue alta | Evitado, ya que es en ciclo posterior |
Permite estudio genético (PGT-A) | No | Sí |
Tasa de embarazo (SEF 2022) | 34,6 % | 41,4 % |
Un estudio publicado en The BMJ (2025) en pacientes con pronóstico bajo mostró que la transferencia en fresco tuvo mejores resultados:
Tasa de embarazo clínico: 47 % en fresco vs 39 % en TEC.
Nacidos vivos: 40 % en fresco vs 32 % en TEC.
Fuente: The BMJ, enero 2025
Este resultado no invalida la TEC, pero muestra que, en algunos casos concretos, la transferencia inmediata puede ofrecer mejores resultados. Por eso, la decisión debe ser personalizada y adaptada a tu historial y respuesta al tratamiento.
No hay una única respuesta correcta. Ambas opciones son seguras, con buenos resultados y con estudios que las avalan. Lo importante es que tomes la decisión con información actualizada, acompañada por tu equipo médico y en un momento donde te sientas preparada física y emocionalmente.